Autorregulación emocional y TDAH
Dra. Adriana Brito
Terapeuta cognitivo conductual
El trastorno por déficit de atención e hiperactividad TDAH, es uno de los trastornos del neurodesarrollo con mayor prevalencia en niños. Los síntomas nucleares que lo caracterizan son: inatención, hiperactividad e impulsividad. Los cuales se presentan desde la temprana infancia hasta la edad adulta. Otras de las características de los que presentan este trastorno son la impaciencia, baja tolerancia a la frustración, temperamento fuerte, enojo fácil, irritabilidad y una propensión general a ser fácilmente alterado emocionalmente.
Dentro de los síntomas más notables y que llegan a generar más problemáticas es la dificultad para inhibir emociones o “impulsividad emocional”. Este término hace referencia a la velocidad para reaccionar con emociones negativas (principalmente) a eventos, en comparación con su edad y nivel de desarrollo.
El principal componente de la inhibición emocional es la autorregulación emocional. La autorregulación se puede definir como la habilidad para inhibir una conducta inapropiada relacionada con una emoción negativa o positiva.
Para ello, resulta conveniente hablar acerca de lo que son las emociones. Las emociones son estados de motivación. Por lo tanto, las emociones podrían estar relacionadas con las alteraciones en motivación y alerta de los niños con TDAH. La emoción, motivación y alerta formarían una unidad. De tal manera que mientras mayor manejo y control exista sobre nuestros estados emocionales, por medio de la autorregulación y en servicio de nuestros objetivos, mayor capacidad de manejar los estados de alerta y motivación para alcanzar esos mismos objetivos.
Aunado a esto, la dificultad para autorregular esas emociones está relacionada con mayores niveles de estrés en padres, así como un mal manejo de emociones como respuesta a estos eventos. No saber cómo solucionar estos conflictos en casa de manera constructiva puede dar pauta a que los niños desarrollen otro tipo de problemáticas como trastornos de conducta, ansiedad y depresión. Es común que los padres acudan a terapia debido a la preocupación por el rechazo que reciben sus hijos por parte de otros niños, la sobrerreacción de sus conductas en el hogar, el enojo y la irritabilidad.
De tal manera que resulta fundamental que en la evaluación y el tratamiento de pacientes con TDAH se considere que existen impedimentos que no necesariamente son ocasionados por los síntomas de inatención e hiperactividad. La desregulación emocional afecta la funcionabilidad global y la calidad de vida, empobrece las relaciones interpersonales y provoca problemáticas en la etapa adulta como inestabilidad profesional, problemas financieros y de pareja. También, tienen dificultad en el manejo del enojo, en especial, cuando conducen automóvil, lo cual constituye una conducta de riesgo.
El tratamiento más efectivo es el abordaje multimodal, que incluye el tratamiento psicológico, farmacológico, psicopedagógico y el entrenamiento de habilidades para padres, el cual integra las diferentes necesidades que tienen los individuos con TDAH en el transcurso del desarrollo evolutivo.
En las sesiones de terapia tanto los niños como los padres aprenden estrategias para manejar de manera óptima las emociones. Algunas de ellas son: validación de emociones, identificación del malestar, técnicas de relajación, modificación de pensamientos, etc.
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Referencias:
Alpízar-Velázquez, Alejandra. (2019). Desregulación emocional en población con TDAH; una aproximación teórica. Revista Costarricense de Psicología, 38(1), 17-36. https://dx.doi.org/10.22544/rcps.v38i01.02
Barkley, R. A., & Murphy, K. R. (2009). Deficient Emotional Self-Regulation in Adults with Attention-Deficit/ Hiperactivity Disorder (ADHD): The Relative Contributions of Emotional Impulsiveness and ADHD Symptoms to Adaptive Impairments in Major Life Activities. Journal of ADHD and Related Disorders, 4 (1), 5-28.
Dra. Adriana Brito
Terapeuta cognitivo conductual