La caries en la primera infancia es una enfermedad de alta prevalencia mundial

Los primeros dientes de leche salen en la infancia, aproximadamente a los seis meses de edad, y la dentición primaria de 20 dientes se completa aproximadamente a los 30 meses. La caries en la primera infancia se diferencia de la caries dental en niños mayores y adultos por su rápido desarrollo, su diversidad en cuanto a factores de riesgo, y los métodos de control.

La caries dental es la destrucción del diente, que está compuesto por tejido calcificado. En circunstancias normales, la pérdida de calcio (desmineralización) se compensa con la absorción de calcio (remineralización) del micromedio dental. Este proceso dinámico de desmineralización y remineralización tiene lugar de forma más o menos continua y equilibrada en un medio bucal favorable. En un medio desfavorable, la tasa de remineralización no compensa suficientemente la tasa de desmineralización, y se produce la caries.

La detección precoz de lesiones cariosas es esencial para tratar la caries en la primera infancia. Los principales cuidadores, asistidos por profesionales sanitarios, son el punto de acceso más importante para la detección precoz de lesiones cariosas. Las lesiones cariosas evolucionan más rápidamente en la dentición primaria que en los dientes permanentes.

Las prácticas de alimentación del lactante y alimentación complementaria, así como la dieta del niño pequeño, tienen efectos inmediatos y duraderos en la salud bucodental y general del niño. La Organización mundial de la salud (OMS) recomienda la lactancia natural exclusiva hasta los seis meses de edad, y posteriormente mantener la lactancia natural junto con alimentación complementaria hasta los dos años de edad, o más, en razón de los numerosos beneficios de la lactancia natural para la salud de la madre y el lactante, incluida la salud bucodental. La Orientación mundial de la OMS sobre la eliminación de la promoción inadecuada de alimentos para lactantes y niños pequeños afirma expresamente que los alimentos complementarios comerciales no se deberían publicitar para niños menores de seis meses. Datos fidedignos sugieren que los lactantes amamantados durante el primer año de vida tienen niveles más bajos de caries dental que aquellos alimentados con preparaciones para lactantes. La leche materna tiene una concentración relativamente más alta de lactosa y un contenido relativamente más bajo de factores de protección tales como calcio y fósforo, en comparación con la leche de vaca y otras leches que componen las bebidas complementarias.

Se debería motivar a los niños para que comieran alimentos diferentes de forma combinada, a fin de ayudarlos a obtener las cantidades correctas de nutrientes esenciales y evitar una dieta con alto contenido de azúcares libres. Una buena combinación de diferentes alimentos incluye:

  • Alimentos básicos tales como cereales (por ejemplo, trigo, cebada, centeno, maíz, arroz) y tubérculos feculentos o raíces (por ejemplo, papa, batata, taro y mandioca)
  • Legumbres (por ejemplo, lentejas, alubias)
  • Verduras y frutas
  • Alimentos de origen animal (por ejemplo, carne, pescado, huevos, leche)

El fluoruro es un agente clave para reducir la prevalencia y la gravedad de la caries dental, la OMS recomienda el uso adecuado del fluoruro. Hay dos maneras de proporcionar fluoruro a la población para prevenir la caries dental: la exposición sistemática y la exposición tópica. En cuanto a la exposición sistémica, la fluoración del agua potable, uno de los 10 mayores logros de salud pública alcanzados en el siglo XX, es una medida eficaz, segura y económicamente beneficiosa para la salud pública. El agua potable fluorada llega a unos 350 millones de personas en todo el mundo. Una revisión sistemática de los mejores datos disponibles obtenidos en estudios prospectivos relativos a la fluoración del agua aportó información coherente sobre un efecto protector.

En lo que respecta a la exposición tópica, el cepillado de dientes dos veces al día es la medida más eficaz para prevenir las caries. Las pastas de dientes que contienen 1000- 1500 μg/g (ppm) de fluoruro son eficaces para prevenir la caries dental. Los padres y cuidadores deberían cepillar los dientes de sus niños pequeños dos veces al día. En guarderías y escuelas de algunas comunidades de todo el mundo se enseña a los niños a cepillarse diariamente.

La familia es la principal fuente de aprendizaje del niño en lo que respecta a salud y factores de riesgo. La concientizacion de los padres acerca de la salud bucodental y la atención que estos presten a la prevención de la aparicion de caries se pueden mejorar mediante la comunicación sanitaria y el suministro de información fidedigna sobre la enfermedad y las intervenciones conexas.

Además de los padres, los cuidadores tales como el personal de jardines de la infancia y guarderías son vitales para la educación sanitaria de los niños pequeños y pueden desempeñar un papel decisivo en el desarrollo de prácticas de salud viables. En los países en los que la enseñanza oficial comienza antes de los cinco años de edad, los centros preescolares y escolares tienen un enorme potencial para influir en la salud de los niños pequeños. Los niños pueden pasar mucho tiempo del día en centros preescolares y escolares, y se puede llegar a ellos en una etapa de la vida en la que sus hábitos de salud se están formando. Los docentes del ciclo preescolar pueden promover la salud si disponen de capacitación básica y conocimientos apropiados en materia de salud y factores de riesgo. Además, los centros preescolares ofrecen una plataforma conveniente para enseñar a los niños a cepillarse los dientes periódicamente y para administrarles fluoruro.

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

A %d blogueros les gusta esto: