Padres e hijos con TDAH

Dra. Adriana Brito
Psicoterapeuta cognitivo conductual
Doctorante en Neurociencias de la Conducta

A menudo cuando estamos realizando la evaluación y diagnóstico de TDAH en niños y adolescentes, en nuestras entrevistas tanto los padres como nosotros identificamos que alguno de ellos presenta algunas características similares a las del niño que acude a consulta. Incluso algunos padres recuerdan tener conductas y/o problemáticas similares a las de su hijo. Esto se debe al factor genético del TDAH.

La mayoría de las veces los padres no saben que ellos también tienen TDAH ya que nunca fueron diagnosticados. En algunos ocasiones los padres creen que al crecer “se les quitó” . Sin embargo, refieren una serie de dificultades para organizarse en el trabajo, las labores de casa, la relación de pareja y la crianza. Si estas dificultades se relacionan con el TDAH, el tratamiento del niño podría no ser tan exitoso ya que gran parte del mismo depende de los padres. Así es, como padres somos uno de los principales pilares en el tratamiento. Esto significa que si nosotros tenemos dificultades en el trabajo, demasiado estrés y nos sentimos rebasados por las demandas de la crianza y necesidades de nuestros hijos no lograremos los resultados esperados porque será más difícil poder aplicar las estrategias que nos ayuden a estimular su desarrollo.

Por ello es fundamental que así como nos interesa el bienestar de nuestros hijos, procuremos cuidar de nosotros mismos. Sentirse estresado y abrumado es normal pero no por eso no debemos de pedir ayuda. Estamos tan enfocados en que la familia esté bien que nos olvidamos de que somos también parte de esa familia y que requerimos la misma atención que reciben los demás miembros.

Al recibir un diagnóstico de TDAH muchos padres perciben que el sentimiento de culpa se desvanece ya que existe una explicación de ese malestar que siento y que no se debe a ser “una mala madre o un mal padre”.  Recibir un tratamiento ya sea farmacológico o terapia cognitivo conductual puede ayudar a disminuir muchas de las dificultades así como incrementar el bienestar psicológico.  Vale la pena resaltar en este punto que el TDAH en la mayoría de las ocasiones puede estar acompañado de ansiedad y depresión. Sentirme mejor conmigo mismo y tener recursos para afrontar las exigencias y demandas de la vida diaria, tendrá un efecto importante en la crianza y por lo tanto en el tratamiento de mi hijo.

Recuerda que es necesario informarse y conocer acerca del trastorno y si sospechas que puedes estar en esa situación, no dudes en pedir ayuda y realizar una evaluación. 

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Dra. Adriana Brito

Psicoterapeuta cognitivo conductual

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